NOMBRE: Victor Antonio
EDAD: 43 años
VACUNA: Pfizer, dos dosis
LOCALIDAD: Agurain, Álava (España)
FECHA de entrada de testimonio: 15 de julio de 2023
EFECTOS ADVERSOS: Malestar general, debilidad, fatiga y/o cansancio, dolor de cabeza, dificultad para respirar, fatiga crónica, confusión, tiempo después de inocularme.
Epilepsia
TESTIMONIO:
En noviembre de 2021 me puse la primera dosis y la segunda en diciembre pues por cuestiones personales quería viajar a Chile y no había otra opción.
Con la primera tuve fiebre y dolores de cabeza, estuve una semana de baja, con la segunda comenzaron las migrañas muy seguidas, siempre he padecido de migraña pero, eran ocasionales y una o dos al año.
Tras recibir las dos vacunas contra covid a los 30 días aproximadamente, tras más de un mes y medio de baja volví al trabajo el cual tuve que abandonar a los 10 minutos de comenzar ya que al realizar esfuerzo y verme obligado a llevar la mascarilla comencé a asfixiarme, pensé que me quedaba en el sitio.
Volvieron a darme de baja y a partir de ahí comencé a sentir fatiga por todo y comencé a ser incapaz de caminar como lo hacía antes, sentía presión en el pecho y sentía como si llevase mucho peso sobre los hombros, además sudaba con sensación de frío y calor. Desde el principio comunique a los médicos que todo comenzó tras la vacuna pero ni caso, era nombrar la vacuna y se hacía el silencio.
Aproximadamente a mediados de marzo comenzó a dolerme la cabeza durante todo el día, al principio se iba con el Sumatriptan, pero al cuarto día desperté sin poder hablar, moverme ni salir de la cama. No recuerdo como llegué al hospital, solo recuerdo que estaba acompañado, me dormí y desperté aislado, en ese momento me practicaron una punción en la columna para extraerme líquido, así fue como me diagnosticaron meningitis, tenía dos virus: uno VH7 y el otro no lo recuerdo. Según los neurólogos la meningitis se contrae por relaciones sexuales pero llevo años sin tener relaciones sexuales, estando en el hospital sufrí una crisis epiléptica (lo sé por que me lo contaron después, yo no me enteré de nada).
A partir de hay todo cambio, no recuerdo casi nada de los días que pasé ingresado, ni siquiera la salida. A partir de ahí todo se convirtió en un calvario pues yo ya no podía hacer nada de lo que hacía antes, ni trabajar, subir en bici o salir a caminar pues me desoriento o sufro algún tipo de ataque.
Me pusieron un tratamiento basado en un inhalador, antiepilépticos, lorazepam y tryptizol o algo así.
Al poco tiempo comencé a caer en depresión y se lo comunique al médico de cabecera el cual me aumento la dosis de lorazepam.
El día 5 de junio tenía revisión en la seguridad social, me dieron de alta y, lógica presente un recurso ya que sólo valoraron el covid y no lo demás, desestimado el recurso.
Me enviaron al psiquiatra alegando que lo que tenía era estado de ánimo bajo, a día de hoy y tras atar cabos leo el prospecto de los medicamentos, el antiepiléptico induce al suicidio, lo cual explica que cuando no tomaba lorazepam despertaba pensando sólo en suicidarme, llorando y con sentimiento de culpa por cosas que yo ni imaginaba.
A finales de junio tuve que llamar dos veces a la ambulancia, la primera volviendo del centro médico donde me suministraron un calmante bien fuerte y al llegar al hospital los mismos médicos reconocieron que con lo que me habían dado era normal que todo se hubiese pasado, alegaron que era una crisis de ansiedad, la segunda vez iba de paseo con mi mochila, Una sudadera por si me daba frío y una botella de agua, a los 300 metros de mi casa comencé a marearme y ver mal, comencé a sentir que me iba a desplomar, de hecho me caí sin recordar si estuve inconsciente o no, el caso es que llega la ambulancia y yo estaba con arcadas y brazos y piernas tenso con convulsiones, la ambulancia llama al hospital y dicen que fulanito de tal esta convulsionando y con náuseas además de desorientado, desde el hospital dijeron: tranquilos, solo tiene ansiedad, a partir de hay todo lo demás a desaparecido, todo es ansiedad, ni covid, ni epilepsia…todo ansiedad.
Lo que más me molesta es que ellos saben los efectos secundarios de la medicación y por eso alegan depresión y ánimo bajo…no me mataron con la vacuna, tampoco con la inducción al suicidio pero ahora pretenden que muera de hambre ya que me han dejado tirado como una caca.